Definición: Es el mecanismo regulador de las presiones y los movimientos que se realizan esquiando.
Objetivos:
– Dosificar a voluntad del esquiador el radio del viraje,
– Mantener la mejor posición, o la más cómoda, para conseguir el objetivo deseado,
– Continuar por la línea idónea,
– Graduar cualquier movimiento que precise ser regulado de alguna manera.
Desarrollo: Concentrarse al máximo para realizar a la perfección la presión necesaria en cada movimiento.
Ejercicios:
– Viraje con salto,
– Presionar progresivamente a más los esquís a lo largo del viraje,
– Rotaciones activas,
– Contra rotar activamente,
– Viraje con cambio por flexión,
– Inclinar cada vez más a lo largo de la curva,
– Viraje por extensión sin salto pero con máxima amplitud arriba y abajo,
– Diagonal y derrapar alternativamente,
– Súper-curvas mirando arriba,
– Virajes variando en la misma curva el radio (curva huevo),
– Virajes empezando esquí plano y aumentar toma cantos,
– Virajes al monte, al valle, con referencias visuales durante toda la curva donde sea posible observar el inicio y el final de la vuelta siendo así más fácil dosificar los movimientos.
Conclusión: El hecho de no ser capaz de regular un movimiento, se traduce directamente en una incapacidad para realizar el propósito fijado. En el esquí diario sería una carencia importante, pero en competición es realmente esencial.
