Mis queridos sumisos y cortesanos Canallas de cerebro blanco.
Por fin, los días se acortan, amanecen más oscuros, las hojas de los árboles empiezan a caer, se retrasan una hora los relojes y salimos poco a poco del letargo del solsticio de verano que tan duramente nos ha castigado y golpeado este año.
Atrás quedan las hordas bárbaras cargadas con sombrillas, hamacas, neveras portátiles, mesas plegables, tumbonas y hasta carpas tipo jaimas que hacían las delicias de esos domingueros de pura raza que jamás han estado ni estarán en vías de extinción.
Llegan las bajadas de temperaturas el frío y con ello el ansiado oro blanco por el cual suspiramos y al que adoramos con auténtica vehemencia.
Todo nuestro material a punto, en perfecto estado y orden de revista, o por lo menos así debería ser.
Disfrutemos de esta estación del año! Con orden, criterio y prudencia: «la velocidad sin control no sirve de nada»
Un buen uso del medio níveo es garantía de jornadas únicas e irrepetibles mis queridos e hipotecados amigos del powder.
Yo he vuelto para remover vuestras conciencias fanáticas y adictivas sobre un solo color el cual cae del cielo en forma de copos, copones y que recibe el nombre de espumoso algodón blanco.
Recordad! Y si no lo haré yo! La mente crea sus propias defensas, en mi caso las he abandonado, por qué?
Porque mi mejor amigo ya esta aquí como cada año, fiel a su cita.
Bien venido y bien hallado invierno!
Hasta la próxima prófugos!
