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En general las diferentes sensibilidades de frío en las manos suelen ser de tipo constitucional,
es decir, depende de la vascularización periférica , las personas no tenemos el mismo nivel de
resistencia al frío, ello depende de diversos factores que afectan a nuestra circulación
sanguínea; por ejemplo: la deshidratación, la inactividad, situaciones hipo calóricas, etc. ésta
en general suele ser peor en las mujeres, ya que éstas tienen menor circulación periférica y
mejor circulación central para favorecer el desarrollo del feto durante la gestación.
Existen otros factores individuales de afecciones que repercuten sobre el sistema circulatorio y
pueden provocar manos frías, sólo de forma infrecuente la frialdad distal (manos y pies) está
causada por alguna patología subyacente, como por ejemplo el hipotiroidismo o las
arteriopatías funcionales para vaso-constricción, como por ejemplo el fenómeno de Raynaud,
(que se acompaña de cambios de coloración del dedos y también de dolor y hormigueo). o la
acrocianosis, (que podría tener una causa inmunológica). Estas patologías también son más
frecuentes en mujeres que en hombres y habitualmente mejoran con tratamiento
farmacológico.
En estos casos concretos, la frialdad y los cambios de coloración se ven agravados y
aumentados por bajas temperaturas, pero el frío no es la causa, estas personas deberán
tender a sobre protegerse.
Si el cuerpo se ve afectado por el frío y/o la hipotermia, desencadena una reacción natural de
ahorro calórico con el fin de conservar la temperatura de los órganos vitales (cerebro corazón
hígado etc.) en detrimento de las partes periféricas de nuestro cuerpo (manos-pies-nariz-orejas).
